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No hay dos pacientes iguales. No hay dos diagnósticos iguales.

Sonia Esquinas. Psicóloga Sanitaria

Formación Cualificada

Psicología sanitaria

Trayectoria consolidada

+ de 25 años de Experiencia

El niño pequeño aparentemente no tiene miedo a nada y va adquiriendo miedos por influencia de la educación, lo que oye a sus padres y a otros niños y por su propia imaginación. Empieza a ser preocupante cuando es obsesivo y da lugar a un estado de angustia en el niño o cuando le altera el sueño y se producen trastornos.

Independientemente de lo anterior, los niños excesivamente protegidos suelen ser más miedosos , ya que tienen padres que les van señalando posibles catástrofes inimaginables que hacen que los niños vean el mundo como un sitio horrible e inseguro.

A lo largo de la evolución del menor, atraviesan tres estadios:

– Los miedos desde la propia persona, hambre, malestar, dolor, no son miedos propiamente dichos sino malestar.

– Miedos ante objetos, animales%u2026

– Miedos hacia personas desconocidas

– Miedo al ridículo

– En torno a los 2-5 años, no diferencian lo real de lo imaginario, por lo que empiezan a temer la oscuridad, ruidos fuertes, animales%u2026

Podemos ayudar a los niños a superar sus miedos a través de nuestra actitud. Tenemos que tener muy claro que los niños no pueden ver cualquier cosa en la televisión, y si han visto alguna escena demasiado violenta, debemos desdramatizarla, dándoles explicaciones a su nivel.

El miedo a la oscuridad se debe afrontar a través de un método progresivo.

Por último, si vemos que nuestro hijo tiene un miedo excesivo, debemos acudir a un especialista, ya que puede deberse a una fobia, y como tal, habría que tratarla.

Pero lo que sí me gustaría que tuvierais cuidado, por favor, es lo que ven los niños en la televisión. No hay filtros, no avisan y se ven imágenes muy duras y a partir de ahí los niños lo pueden llegar a pasar mal porque no las entienden. Recordad, la prioridad es cuidar a nuestros niños, no saber qué ocurre en el mundo.

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