El niño pequeño aparentemente no tiene miedo a nada y va adquiriendo miedos por influencia de la educación, lo que oye a sus padres y a otros niños y por su propia imaginación. Empieza a ser preocupante cuando es obsesivo y da lugar a un estado de angustia en el niño o cuando le altera el sueño y se producen trastornos.
Independientemente de lo anterior, los niños excesivamente protegidos suelen ser más miedosos , ya que tienen padres que les van señalando posibles catástrofes inimaginables que hacen que los niños vean el mundo como un sitio horrible e inseguro.
A lo largo de la evolución del menor, atraviesan tres estadios:
– Los miedos desde la propia persona, hambre, malestar, dolor, no son miedos propiamente dichos sino malestar.
– Miedos ante objetos, animales%u2026
– Miedos hacia personas desconocidas
– Miedo al ridículo
– En torno a los 2-5 años, no diferencian lo real de lo imaginario, por lo que empiezan a temer la oscuridad, ruidos fuertes, animales%u2026
Podemos ayudar a los niños a superar sus miedos a través de nuestra actitud. Tenemos que tener muy claro que los niños no pueden ver cualquier cosa en la televisión, y si han visto alguna escena demasiado violenta, debemos desdramatizarla, dándoles explicaciones a su nivel.
El miedo a la oscuridad se debe afrontar a través de un método progresivo.
Por último, si vemos que nuestro hijo tiene un miedo excesivo, debemos acudir a un especialista, ya que puede deberse a una fobia, y como tal, habría que tratarla.
Pero lo que sí me gustaría que tuvierais cuidado, por favor, es lo que ven los niños en la televisión. No hay filtros, no avisan y se ven imágenes muy duras y a partir de ahí los niños lo pueden llegar a pasar mal porque no las entienden. Recordad, la prioridad es cuidar a nuestros niños, no saber qué ocurre en el mundo.