Uno de los principales problemas que me encuentro en consulta cuando trato con adolescentes es la poca capacidad que tienen para esperar a obtener satisfacciones.
Estos chicos y chicas están acostumbrados a financiarse de manera inmediata, así, les gusta una camiseta, les piden el dinero a sus padres, éstos se lo dan y voilé!, ya tienen la camiseta!!.
Si van a salir con los amigos, sus papás les dan el dinero, si tienen que comprar un regalo para algún amigo, también les dan dinero, si hay que pagar la factura del móvil, sus papás se lo pagan, si se quedan a comer en un burguer, es con el dinero de sus papás, si……, así podemos seguir en cualquier aspecto de la vida de estos niños.
Luego nos quejamos de que nuestros hijos no son responsables, no saben el valor de las cosas, lo que cuesta ganar algo de dinero…y yo siempre les pregunto, «¿tú que estás haciendo para que ellos lo aprendan?».
Como psicóloga recomiendo a todos los padres y madres muy encarecidamente que les den una paga semanal a sus hijos. Son muchas las ventajas y las herramientas que desarrollan los niños a partir de gestionar una cantidad de dinero periodicamente. Entre ellas nos encontramos sobre todo el saber el valor del dinero, la capacidad de ahorro, aprender a satisfacer «necesidades» de forma demorada…o no poder satisfacerlas y no frustrasnos por ello, manejar los haberes y los tiempos para conseguir objetivos, capacidad de sacrificio, independencia, autonomía, tener prioridades, solidaridad…seguro que hay muchísimos más que no se me ocurren en estos momentos, pero pensad por su momento de qué manera pueden llegar a conseguir todos estos valores si les damos dinero a demanda. En este caso sólo conseguiríamos ser unos padres-monederos y no por eso nos querrían más, muy al contrario, en el momento en el que les falláramos nos lo recriminarían y se sentirían defraudados con nosotros porque lo sentirán como un derecho de ellos y un deber nuestro.
Algo que también debemos tener muy claro es que si hay varios niños de diferentes edades en el mismo nucleo familiar, cada uno percibirá una paga directamente proporcional a la edad que tengan.
Por otra parte nos encontramos el cómo,el cuánto y cuándo. La vida es simple si la hacemos simple.
Cómo: en efectivo, no valen cuentas corrientes, para una paga no.
Cuánto: cada familia tendrá una capacidad, pero siempre mejor quedarnos cortos…si sobra, no aprenderá a gestionar. Es de lógica pensar qué clase de gastos va a sufragar con esta paga y que sea acorde a este volumen, pero lo dicho, siempre a la baja. Eso sí, mucho cuidado cuando se gasta antes de tiempo…no hay más hasta la semana que viene, sólo se aprende a través de la experiencia.
Cuándo: semanalmente. Es más yo creo que incluso los adultos deberíamos percibir los sueldos semanalmente y nos iría mucho mejor, porque si gestiono más a corto plazo, seré más realista y más ajustada que si lo hago a largo plazo.
Por último, desde qué edad. Pienso que a partir de los 4 años es muy buen momento para empezar, así que ya sabeis, próximo regalito a nuestros niños…una hucha de cerdito.