Hoy he pasado consulta en una de las escuelas infantiles donde voy. He atendido a una madre embarazada de 8 meses que venía a comentarme dudas sobre la educación de su hijo de casi dos años.
Independientemente de que tenía que cambiar muchas cosas en este mes que le queda para tener a su otra hija, me ha llamado la atención, aunque no me coge por sorpresa, la cantidad de horas que ese niño veía los dibujos animados.
Para que os hagais una idea, os comento. Desayunaba viendo los dibujos, almorzaba y cenaba viendo los dibujos, pero en medio de esos momentos, cogía el ipad y se ponía los dibujos.
Yo le he preguntado a esa madre, «¿tu hijo a qué hora juega?» y es que hay muchisimos niños a los que acostumbramos a entretenerlos a través de una pantalla y se la encedemos para que coman, para que duerman, para que viajen en el coche, para que no lloren, para que no molesten…los hemos convertido en un botón de off de los niños.
«Es que si se lo quito, llora!!»….pues claro!!!! es su herramienta para conseguir cosas, así se hacen niños llorones y si las consigue, pues mañana, más. Plantéate que te vas a tu jefe, lloras para que te suba el sueldo y lo consigues, no lo harías?, yo lloraría todos los días!!!! pues igual!!.»
«¿Pero te has planteado alguna vez que sería muy recomendable que comierais juntos y charlando? ¿que fuerais en el coche, cantando canciones? ¿que aprenda a usar su tiempo en jugar y a desarrollar su imaginación?.»
«Con tu actitud, estás haciendo de tu hijo un ser pasivo que realiza actividades SIN intencionalidad y eso es sólo la punta del iceberg…a la larga, tu hijo vivirá los momentos de aburrimiento como una sensación tan desagradable, que recurrirá a cualquier tipo de apoyo, sea beneficioso o no, para no sentirla.»
Creo que a los padres y madres nos debe quedar claro una cosa: una vez que tenemos un hijo, el botón de off, simplemente, no existe.