Mi tema preferido. Más del 90% de las consultas que atiendo en las escuelas infantiles tratan sobre el sueño de los niños.
Los padres no somos conscientes de lo importante que es que un niño duerma las horas adecuadas para su edad. Si le diéramos la misma importacia que le damos a la comida que ingieren o dejan de ingerir, no tendríamos tanto problema de comportamiento de los niños.
¿Os sorprende? Pues es así. Muchas familias han pedido cita por el comportamiento que los niños manifestaban y cuando hemos empezado ha llevar a cabo la modificación de conducta, incluido el sueño, no hemos tenido que seguir, porque durmiendo las horas que necesitaba, el niño era otro.
Otras veces, me piden consulta porque el colegio avisa a los padres que el niño se muestra distraído…y no es que esté distraído, es que está muerto de sueño.
Y es que la falta de sueño influye negativamente en muchos aspectos de nuestras vidas. Pensad en vosotros mismos como adultos, si teneis sueño, estareis de mal humor, verdad?, no rendireis en el trabajo, todo se hace cuesta arriba…pues los niños funcionan exactamente igual, o incluso peor, porque el grado de autocontrol que nosotros desarrollamos, no lo pueden tener aún nuestros pequeños.
El sueño es un gran reparador de funciones cognitivas, atención, concentración, memoria…se metabolizan hormonas, glucosa, proteínas…todo esto sucede mientras estamos dormidos.
Y qué poca importancia le damos. Dejamos que los niños se acuesten sólo cuando tienen sueño, que duerman pequeñas siestas a deshoras, que no duerman en su cama, sino, donde les pille. Comparten cama con sus padres, auque sea antihigiénico, no los pasan de la cuna a la cama en el momento más adecuado para la correcta evolución del niño…sigo?, no, no terminaría.
Hay una gran desinformación en torno al sueño de los niños y además, y más grave, como nos coge en un momento en el que estamos cansados y los adultos queremos dormir, no nos encontramos con la fuerza suficiente para trabajar este campo tan importante y que deriva en tantas dificultades…terminamos antes dando gotitas para dormir…
El sueño se aprende, los adultos podemos ayudar a nuestros hijos a que duerman bien, y no es tan difícil, es cuestión de tener las ideas claras y saber cómo funcionar. Nosotros podemos enseñar a nuestros hijos desde que son muy pequeños a dormir, a través de rutinas marcadas y un poco de paciencia, igual, exactamente igual que cuando los enseñamos a comer con cubiertos o les enseñamos a escribir, es cuestión de práctica, de querer hacerlo y por supuesto, de tener la información suficiente para poder actuar cuando el camino se hace pedregoso.
Y que conste, que no es necesario el desgaste emocional derivado de algún método con el que no estoy de acuerdo, porque considero que no es adecuado dejar a los niños llorar para quedarse dormido. Yo, como madre, no sería capaz.