Ayer estuve en el psiquiatra con un familiar.
Los psicólogos también tenemos familiares que necesitan tratamiento farmacológico con compañeros psiquiatras. En este caso recurrí a mi compañero y amigo José Antonio Lozano. Hemos tenido varios pacientes en común.
Debo reconocer que tengo mucho que aprender de él. Su humanidad, su cercanía, su profesionalidad, no lo he encontrado en nadie a lo largo de veinte años de trayectoria profesional que llevo.
Un traje a medida es lo que necesitan cada uno de los pacientes que atendemos los profesionales del comportamiento humano y de la salud mental y en él he encontrado el ideal de psiquiatra comprometido con sus pacientes.
No existen tiempos ni prisas, sólo existe un paciente que sufre, una familia que sufre, un buen diagnóstico y un tratamiento individual acompañado de cariño, atención, humanidad y comprensión.
Cuando los psicólogos necesitamos el apoyo farmacológico para nuestros pacientes, qué suerte tenemos de contar con profesionales como tú, José Antonio Lozano, y por eso este sencillo homenaje.
