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No hay dos pacientes iguales. No hay dos diagnósticos iguales.

Sonia Esquinas. Psicóloga Sanitaria

Formación Cualificada

Psicología sanitaria

Trayectoria consolidada

+ de 25 años de Experiencia

Según la RAE, un capricho es «una determinación que se toma arbitrariamente, inspirada por un antojo, por humor o por deleite en lo extravagante y original.»

Así son los niños en sus primeras edades, no por nada, sino porque no tienen criterios de decisión con bases sólidas.

Aprender a tomar decisiones es un aprendizaje que debemos proporcionar a nuestros hijos a través de la experiencia. Cuando somos adultos, nos pasamos la vida decidiendo y no son pocos los que les cuesta excesivo trabajo llevar a cabo esta tarea, probablemente porque han tenido pocas oportunidades de decidir, de acertar o de equivocarse y, por consiguiente, asumir las consecuencias de esta equivocación.

Pero una cosa es que les demos a los niños la oportunidad de aprender a tomar decisiones y otra que los consintamos en exceso en sus antojos momentaneos.

Cuando hablo con muchas madres, me llama la atención cómo a niños y niñas de 2 años, les hacen preguntas para que ellos decidan. » ¿qué vaso quieres?» «¿qué quieres comer hoy?» «¿qué ropa te quieres poner?» «¿vamos a casa de la abuela?»…

Está claro que los niños a estas edades responden a todas estas cuestiones de forma arbitraria, lo primero que se les viene a la cabeza es lo que deciden.

En principio, esto no tiene por qué ser un problema, la dificultad empieza cuando hay algo que consideramos importante y pretendemos imponerselo. En ese momento, se produce un conflicto de poder en el que es muy dificil que los niños den su brazo a torcer y ahí es donde los padres y madres empiezan a decir lo difícilies que son sus hijos, el carácter que tienen y lo caprichosos que son.

Debemos saber que es bueno que demos a los niños la opción a elegir pero hay que tener en cuenta dos puntos básicos:

– Sólo daremos a elegir entre dos opciones que para nosotros sean igual de válidas. «¿quieres el pantalón azul o el rojo?»

– La edad más adecuada para que los niño empiecen a tomar decisiones con un criterio establecido es en torno a los 6 años, momento en el que la etapa del egocentrismo ya ha sido superada.

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